LA SEMÁNTICA LÉXICA Y LA REDACCIÓN DE TEXTOS EXPOSITIVOS
Rodrigo Barraza Urbano1
1Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, Huaraz, Perú.
Correspondencia:
Rodrigo Barraza Urbano
dbarrazau@unasam.edu.pe
Fecha de recepción: 24/05/2020 - Fecha de aceptación: 24/06/20290
Resumen
El presente artículo revisa los aportes de la Semántica léxica como prototipo teórico en la incidencia de la redacción de textos expositivos cortos. En tal sentido, sus enfoques, como las redes semánticas, las asociaciones mentales o las redes cognitivas, son mediadores para el diseño y aplicación de estrategias pedagógicas (de manera pragmática) con resultados eficaces. Esto se evidencia en El modelo del escarabajo, propuesto por Fidel Chávez Pérez (2011). Como apéndice, se sugiere una propuesta metodológica para su aplicación en contextos curriculares, referentes a cursos de redacción.
Palabras Claves:
Semántica léxica – redes cognitivas – modelo del escarabajo – redacción.
1. La semántica léxica: aportes teóricos
Desde la perspectiva del enfoque por competencias, tan enraizada en los últimos años en el sistema educativo de las universidades, se pretende que el estudiante muestre un producto en base a su aprendizaje, considerando sus capacidades y habilidades, denominándolas competencias1 . En tal sentido, la semántica léxica, es una disciplina esencial que prioriza el repertorio de palabras que guarda el hablante a lo largo de su experiencia y según su grado de conocimiento del mundo. Entonces, se tiene en cuenta lo aprendido y almacenado en el cerebro para expresarlo mediante usos lingüísticos según el contexto y el estado del
1 Entendemos a las competencias como el conjunto de saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales que se tienen respecto de un nuevo aprendizaje.
hablante. Esto pone en evidencia dos características fundamentales en el ámbito semántico – lingüístico: la polisemia y la plurifuncionalidad de las palabras.
La semántica léxica trata asuntos relacionados, concretamente, con el significado de las palabras, en dos vertientes: la primera se refiere a la relación de las palabras con el contexto general (referencia, connotación, exponencia de nociones específicas generales) y la segunda abarca las relaciones semánticas en sí mismas como, por ejemplo: sinonimia/antonimia; hiponimia/hiperonimia; régimen semántico; relaciones de la parte por el todo (metonimia); análisis componencial y equivalencia de traducción.
El primer tipo de relaciones, el de las palabras con el contexto general, es el nivel relacionado con el conocimiento del mundo del hablante, con sus experiencias y aprendizaje de su cultura, sus tradiciones, sus estudios enciclopédicos. El segundo tipo de relaciones semánticas, se insertan en una red cognitiva que las personas vamos tejiendo a lo largo de nuestra experiencia y de nuestro aprendizaje y que tienen sus equivalencias en todas las lenguas, sin excepción alguna. (Baralo, 2017, p. 388-389).
1.1. Redes semánticas
Se entienden como un conjunto de nexos que se establecen en el hablante a partir de su horizonte de experiencias y que se van acopiando para relacionar vocablos, términos, definiciones, relaciones de semejanza, de oposiciones y de analogías, cuyo fin es el de entender los mensajes y comunicarse. De esta manera, se realiza un proceso cognitivo complejo en el que se jerarquizan cada uno de los elementos que constituyen lo que se denomina, la competencia léxica.
Para Vera-Noriega, Pimentel y Batista de Albuquerque (2005) estas redes de significados ─llamadas también redes semánticas─ son las concepciones que las personas hacen de cualquier objeto de su entorno y, mediante el conocimiento de ellas, se vuelve factible conocer la gama de significados, expresados a través del lenguaje cotidiano, que tiene todo objeto social, conocido. Este lenguaje adquiere niveles según el grado de instrucción del individuo.
1.2. Las asociaciones mentales o las redes cognitivas
Esta categoría se relaciona con los recuerdos de experiencias anteriores y que se van almacenando, en nuestro repertorio lexical, para ser utilizadas en el momento más adecuado. De esta manera, el cerebro utilizará las palabras que sean necesarias para relacionarlas con emociones, ideas y reacciones.
Así vemos que las personas desarrollan estructuras psicológicas de conocimiento (estructuras cognitivas), como creencias, opiniones, expectativas, hipótesis, teorías, esquemas, etc., que usan para interpretar los estímulos de manera selectiva y que sus reacciones están mediadas por estas interpretaciones. Para el modelo de la semántica léxica, la información almacenada está organizada en forma de redes, en las cuales las palabras, eventos o representaciones, forman relaciones que en conjunto producen significados. Esos significados no permanecen estáticos, ellos son dinámicos; susceptibles al cambio; pudiendo ser modificados por procesos de identidad y aculturación, que le permiten al individuo, un ajuste diferencial al nuevo grupo de pertenencia o al mismo grupo con nuevos referentes sociales. Esto quiere decir, que el proceso de asimilación de palabras y de su uso, depende de factores lingüísticos, semánticos y sociales (Vera-Noriega et al, 2005).
En las redes cognitivas, como un tipo de redes sociales, los elementos identificados como parte de un conjunto a estudiar de forma reticular, tienen que ver con un continuo que abarca desde palabras, conceptos e individuos, hasta los lazos que representan las relaciones y vínculos entre estos, teniendo como común denominador, el conocimiento (Ochoa y Petrizzo, 2006).
Todos albergamos, a la manera de una memoria ram, una gran cantidad de información, pues estamos en contacto con la realidad cambiante y tecnológica, en una constante interacción con los demás. A esta memoria se denomina: lexicón mental.
En palabras de Ferreira y Echeverría (2010), el lexicón mental es un complejo conjunto de redes que abarca una cantidad enorme de palabras a las cuales se accede de manera muy rápida (200 milisegundos por vocablo) y certera en el momento en que se requiere. Evidentemente, conocer la naturaleza del lexicón mental es de gran importancia para la disponibilidad léxica, pues cada vez que un sujeto evoca una palabra necesariamente debe recorrer un camino que lo lleva a esta estructura mental para activar, seleccionar y, finalmente, producir el ítem léxico.
Así pues, el lexicón mental está primordialmente sujeto a cambios continuos. Esto es debido a que debe adaptarse a las funciones del lenguaje que son básicamente la comunicación y el aprendizaje. Debido al dinamismo que se genera en él, las palabras se mantienen en constante evolución: se integran nuevas, se reemplazan o simplemente se olvidan otras. De esta forma, se puede asumir que la organización del lexicón mental está dada, básicamente, por las conexiones entre las palabras, y la adaptación de esta estructura se produce por un constante reordenamiento de los términos al momento de ser utilizados en sus más diversas formas (polisemia y demás fenómenos semánticos). Por esta razón, accedemos al lexicón mental en todos los actos y situaciones imaginables donde el lenguaje esté presente; es decir, hablamos de un aspecto holístico (Ferreira y Echeverría, 2010, p. 136).
2. El modelo del escarabajo y la redacción de textos expositivos cortos:
El creador de esta propuesta educativa es Fidel Chávez Pérez, profesor en el Instituto de Estudios Superiores de Monterrey, con la publicación titulada Redacción avanzada. Un enfoque lingüístico (2011). En el capítulo 5 se detiene en este modelo y en su aplicación metodológica.
El escarabajo es un modelo inspirado en la semántica de la palabra y en las redes asociativas que la misma sugiere por los preconocimientos y experiencias que cada persona posee. Su fin primordial es hacer de la escritura una práctica amigable, sencilla y útil para diversas actividades del saber y del hacer humanos (Chávez, 2011).
Con este modelo se pretende planear y analizar cualquier tipo de discurso, generar ideas y solucionar problemas en forma rápida, entre otras ventajas importantes. Y también es una herramienta imprescindible para quienes aseguran ser incapaces de escribir más de dos líneas, pues les abrirá una serie de posibilidades, y en muy poco tiempo comprobarán un incremento notable en la calidad de su escritura (se trabaja también con la cohesión y con la coherencia, propiedades textuales necesarias).
La denominación de escarabajo obedece a dos razones: la primera, porque el esquema simplificado de su figura nos permite trabajar con una herramienta que facilita notablemente el proceso de escritura; la segunda, tiene un sentido figurado o de naturaleza simbólica: así como el escarabajo escarba y hurga en la tierra, debemos hacerlo en la infinitud de nuestra mente para encontrar las redes asociativas de la palabra o del tema. Todos somos capaces de hacerlo.
En la etapa inicial el modelo parte de una palabra para llegar a “n” palabras o bytes de información: el sustantivo como generador de otros sustantivos. Una vez que se comprende y maneja esta etapa podrá utilizarse, con los mismos resultados, en el desarrollo de un tema, un índice o un ensayo. Con fines de investigación es un auxiliar invaluable para elaborar monografías, tesinas, tesis, reportes e informes.
También se puede emplear para análisis de textos, desarrollo de idea y análisis y solución de problemas, entre otras aplicaciones de importancia.
Las fases del modelo son:
- La palabra en el esquema simplificado.
- Bloques semánticos.
- Selección, jerarquización y discriminación.
- Enfoque de acuerdo con uno o varios puntos de vista.
- Características del punto de vista.
- Redacción del texto.
- Título.
En la primera fase se trabaja con los campos semánticos de la palabra.
El procedimiento es muy sencillo. Se establecen redes asociativas por la suma de los elementos externos e internos de la palabra y los preconocimientos, como se observa en el ejemplo anterior. Se puede hablar de una omnipresencia externa a la palabra, determinada por el uso social de la lengua, y también de una interna que adquiere sentido por el uso personal que le da el individuo. Además, están los precognocimientos o antecedentes determinados por el aprendizaje, la cultura y la información. En la suma de estos tres campos está el significado de la fase primaria del modelo que, sin lugar a dudas, se ampliará cuando se utilice en el desarrollo de un tema, en la elaboración de un índice tentativo, en la investigación, el análisis de textos o en la solución de problemas.
La segunda fase del escarabajo nos remite a la ordenación de las palabras que se obtuvieron en la fase anterior, en bloques semánticos. El número de bloques variará de acuerdo con la cantidad y naturaleza de los términos que se obtengan en la etapa de asociación. Cada bloque representa un eje o campo donde se desplazan las palabras de acuerdo con cierta lógica. En ocasiones un mismo término puede participar en varios de ellos.
La tercera fase consiste en seleccionar, jerarquizar y discriminar los bloques y las palabras de cada bloque, antes de elegir el punto de vista que nos sugiere cada eje. La selección, jerarquización y discriminación impactan en dos niveles: en el orden de las palabras en cada bloque (de mayor a menor importancia) y en el orden de cada bloque. Este último aspecto se determina por el punto de vista y la prioridad que se le quiera dar a las ideas en el escrito.
Es necesario considerar que cada punto de vista tiene sus características y que estas precisan el enfoque o enfoques del escrito y refuerzan el tono del mismo.
Finalmente, si tomamos en cuenta cada uno de los aspectos anteriores, podremos redactar con
facilidad un escrito sobre cualquier tema donde se incluyan las palabras y los bloques que se
seleccionen. (Chávez, 2011)
Antes de iniciar el escrito es conveniente revisar la función de los enlaces (para la coherencia
y cohesión textual) y, para concluir, se precisa un título que englobe la temática tratada.
Otro dato interesante y adicional es que un derivado semántico del concepto o palabra inicial puede, a su vez, generar un submodelo, pero llega un momento en que, con la selección-jerarquización y discriminación, se define el enfoque y desecha la información innecesaria. (Chávez, 2011, p. 169 - 174).
Para León (2005, p. 116 – 121), especialista en temas de redacción, para iniciar nuestro modelo del escarabajo, se parte del establecimiento previo del tema a desarrollar, expresado en ya sea por una palabra o por un enunciado, que constituye el núcleo generador de ideas o aspectos relacionados con la idea central o tópico. El calificativo de escarabajo establece una analogía con la labor de escarbar y hurgar sobre un tema concreto, en el pensamiento de quien escribe. Cuanto más se hurgue en nuestra cognición, más enriquecido será en texto.
A partir de la definición de una idea central, de sus aspectos y relaciones donde se circunscribe esta, es posible definir un esquema de desarrollo que permita establecer el índice de temas y subtemas de un texto. Este modelo es de gran utilidad para la elaboración de diversos tipos de textos, desde los más simples hasta los más complejos, sobre todo, para los expositivos. Para ello se identifican, en la primera fase, los campos semánticos de la palabra o enunciado a desarrollar, a partir de la lluvia de ideas o brainstorming2.
2 También denominado lluvia de ideas o tormenta de ideas, es una técnica de trabajo muy dinámica que facilita el surgimiento de nuevas ideas sobre un tema o problema específico. Este método fue creado por Alex Faickney Osborn a fines de los años 30. El fundamento de la técnica es la generación de ideas a gran escala y se ha demostrado que es altamente productivo para el aprendizaje colaborativo.
Este proceso de búsqueda incesante, basado en la asociación de ideas, es sencillo y rápido. Cuando escuchamos o leemos una palabra, es casi inevitable que el cerebro empiece a buscar vínculos de significados, considerando los elementos internos (la significación personal) y externos (la significación social) de la palabra, así como los conocimientos que se tienen al respecto, a partir del aprendizaje, de la información y de la cultura. Entonces, hablamos de un bagaje cultural. Estos tres contextos constituyen el campo de significación donde se generan los conceptos asociados a la idea central que se pretende desarrollar. Dependiendo de la complejidad del tema, las ideas asociadas serán representadas ya sea con una sola palabra o con enunciados. No hay un límite definido para ello. Una vez definidas las palabras o enunciados, se ordenan para establecer bloques semánticos (la noción de campo semántico es fundamental para seleccionar y discriminar palabras). Es decir, se forman grupos con las palabras pertenecientes a un sistema de relación específico. En la conformación de los bloques, una misma palabra se puede incluir en más de uno. El número de bloques dependerá de la cantidad y naturaleza de los diversos aspectos identificados en la asociación de conceptos.
La siguiente fase del proceso consiste en la selección, jerarquización y discriminación de cada bloque, lo cual facilitará la selección del punto de vista. Para esto se considera el orden de las palabras dentro de cada bloque (de mayor a menor importancia) y el que se establece entre los bloques. Luego se procede a determinar el punto de vista; es decir, el objetivo del escrito o las intenciones del autor, que pueden ser diversas: informar, criticar, analizar, sugerir, concientizar, exhortar, etc. Con esto se define el tono del texto (León, 2005).
3. Apéndice: propuesta metodológica
Basándonos en las explicaciones anteriores, a continuación, se propone una metodología del modelo del escarabajo para redactar textos expositivos. Esto se realiza a partir de la experiencia con estudiantes del primer ciclo de las Facultad de Administración y Turismo, correspondientes al semestre 2019 – I, de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo de Huaraz (Áncash - Perú)3 . Respecto del modelo de Fidel Chávez, se consideran algunas variantes que se explicarán a continuación. Asimismo, se empleará un caso específico, basado en un texto creado por los estudiantes.
En primer lugar, se pide que se formen grupos de dos integrantes. Luego se sugiere el término o palabra clave (se sugiere plantear uno que se relacione con la carrera profesional de su elección) y escribirla en la espalda del escarabajo. Se propone la palabra TURISMO. A continuación, mediante el brainstorming se procede a llenar todas las palabras relacionadas con el término base (no se debe utilizar ningún soporte tecnológico: tablets, laptops, celulares). Solo tienen que recurrir a su bagaje cultural y a sus experiencias personales. De tal manera que queda así:
3La muestra corresponde a dos grupos de 40 estudiantes.
El siguiente paso es ordenar las palabras en campos semánticos y así discriminar las más importantes de las secundarias. De ser necesario, se tachan las palabras que sean repetidas de la idea contenida en el tema. En este punto, es necesario recalcar que cuanto mayor sea la cantidad de palabras, será mucho más nutritivo para la redacción del texto. Por cuestiones de tiempo, el mismo docente puede determinar los plazos para esta primera etapa. Una vez hecho el revisado de palabras, se puede proceder a la clasificación y agrupación por bloques semánticos, usando colores o alguna forma de verificar que todas las palabras del escarabajo han sido empleadas:
Después se prosigue con la jerarquización, denominación de títulos y ordenamiento de temas y subtemas. El docente debe supervisar y orientar a los estudiantes para que agrupen los términos con coherencia. Siendo así, quedaría de esta manera:
Es importante señalar que los criterios de jerarquización dependen de lo que se busque en el texto. Para el caso anterior, se evidencia una intención expositiva o de mostrar una información concreta sobre lo que es el Turismo.
Como pasos definitivos, se procede a realizar el modelo de índice que ayudará mucho en la redacción de textos más extensos, como ensayos, monografías, artículos, etc. Tendríamos el siguiente modelo:
EL TURISMO: ÍNDICE
- I. DEFINICIÓN
- 1.1. Carrera profesional
- 1.2. Actividad emocionante
- 1.3. Adrenalina pura
- II. OBJETIVOS
- 2.1. Tradiciones culturales
- 2.2. Cuidado ecológico
- III. CARACTERÍSTICAS
- 3.1. Viajes
- 3.2. Deportes de aventura
- 3.3. Turistas
- 3.4. Museos
- IV. VENTAJAS
- 4.1. Descanso
- 4.2. Empresa
- 4.3. Relación hombre-naturaleza
Este sumario no es definitivo, solo es un esquema tentativo para futuros proyectos de investigación.
En cuanto a la redacción del texto expositivo corto, esta se realiza a partir de la unión de conectores (nexos, enlaces) que, a manera del sumillado, otorgan coherencia y cohesión, incluyendo palabras agregadas que marcan un estilo personal. El docente puede brindar una lista de conectores más usuales empleados en la redacción. Por ello, el texto sería el siguiente:
El turismo es una Carrera Profesional y una actividad emocionante en la que se destila una adrenalina pura. Tiene como características principales: viajar mucho, practicar deportes de aventura, ir a visitar museos y relacionarse con los turistas. Uno de los objetivos de hacer turismo es fomentar el cuidado ecológico y aprender las tradiciones culturales de diversos lugares. Sin duda, tiene muchas ventajas, como las que se mencionan a continuación: descanso (antiestrés), hacer empresa y entablar una armónica relación del hombre con la naturaleza.
4. A modo de conclusión
Como se ha podido demostrar, este modelo aprovecha el caudal cognitivo de los estudiantes para crear redes semánticas y cognitivas, de tal manera que se pueden crear innumerables textos breves como matrices para trabajos académicos futuros, no solo en el área de letras, sino también en cualquier especialidad. Es una herramienta indispensable para desarrollar la creatividad y marcar un estilo propio, acorde a las posibilidades que tiene cada persona en relación con su entorno. Podemos aseverar, por último, que este trabajo de redacción fomentará el desarrollo de las verdaderas competencias que necesitan los universitarios y que actualmente vienen siendo melladas por el uso indiscriminado de la tecnología y de la información.
Referencias Bibliográficas
Baralo, M. (2007). Adquisición de palabras: redes semánticas y léxicas. Ponencia impartida en el Foro de español internacional: Aprender y enseñar léxico, organizado por la Universidad Antonio Nebrija, la editorial SGEL y el Instituto Cervantes. (Múnich, del 15 al 16 de junio de 2007). Recuperado de: https://cvc.cervantes.es/Ensenanza/Biblioteca_Ele/publicaciones_centros/PDF/munich_2006-2007/04_baralo.pdf.
León, A. (2005). Estrategias para el desarrollo de la comunicación profesional. México D.F.: Editorial Limusa.
Chávez, F. (2011). Redacción avanzada. Un enfoque lingüístico. Cuarta edición. México: Pearson Educación.
Ochoa, A. y Petrizzo, M. (2006). Redes Cognitivas y Redes de Aprendizaje. Hacia la construcción de conocimiento crítico en red. REDES Revista hispana para el análisis de redes sociales. Recuperado de: http://revistaredes.rediris.es
Vera-Noriega, J.; Pimentel, C. y Batista de Albuquerque, F. (2005). Redes semánticas: aspectos teóricos, técnicos, metodológicos y analíticos. Ra Ximhai, vol. 1, núm. 3, septiembre-diciembre, pp. 439-451. Universidad Autónoma Indígena de México. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=46110301
Ferreira, R y Echeverría, Max. (2010). Redes semánticas en el léxico disponible de inglés L1 e inglés LE. Onomázein, núm. 21, pp. 133-153. Pontificia Universidad Católica de Chile. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=134513546005