Aporte Santiaguino
8(1), enero-junio 2015: 13-24
Juan Barreto Rodríguez1; Manuel Canto Sáenz2; AlBerto
Julca Otiniano2; Félix CaMarena Mayta2
1Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo. Huaraz, Perú.
2Universidad Nacional Agraria La Molina. Lima, Perú.
La firma de los Tratados de Libre Comercio (TLC) entre el Perú y varios países
del mundo, ha dinamizado la economía rural, afectando no solo a los medianos
productores, sino también a los pequeños, provocando cambios en la estructura
productiva y en el manejo de cultivos y crianzas. En este nuevo contexto se hace
una descripción de las características técnicas y tecnológicas de los sistemas
de Producción Agropecuaria Tradicional (PAT) de Carhuaz y de las condiciones
topográficas y edáfico-climáticas del lugar. Para ello se aplicaron encuestas a
una muestra representativa de 339 jefes de familia de los cinco distritos
involucrados: Yúngar, Anta, Marcará, Carhuaz y Ataquero. Entre los aspectos
resaltantes encontrados se tiene la predominancia del minifundio, la baja
disponibilidad de agua de riego, el uso de bajos niveles tecnológicos, bajo
rendimiento de los cultivos, la ganadería extensiva, etc. La información servirá
de línea de base para futuros trabajos de investigación y para emprender las
innovaciones en el manejo de los sistemas PAT, orientadas a mejorar rendimientos
y consecuentemente los ingresos, la nutrición y el bienestar de la población
Palabras Calaves:agricultura tradicional; sistemas de
producción agropecuaria; minifundio.
ABSTRAC
The signing of the Free Trade Agreement (FTA) between Peru and several countries
around the world, has boosted rural economy, affecting not only medium-sized
producers, but also to small, causing changes in culture cells and in the
management of crops and breeding. In this context, is made a description of the
technical and technological characteristics of traditional farming of Carhuaz;
also the topographical, edafic and climatic conditions of this place. For this
purpose we applied surveys to a representative sample of 339 heads of family, of
five districts involved: Yungar, Anta, Marcara, Carhuaz, and Ataquero. Among the
salient points found is the predominance of the smallholding, the low
availability of irrigation water, the use of a low echnology, low yield of
crops, cattle ranching, etc. These data will serve as a baseline basis for
future works of research and to undertake innovations in management of
traditional farming systems, aimed at improving returns and consequently income,
nutrition, and well-being of the population.
Keywords:traditional agriculture; agricultural production
systems; smallholding.
INTRODUCCIÓN
La producción agropecuaria tradicional (agricultura familiar, con bajo nivel
tecnológico) sigue siendo uno de los sectores más relevantes de la economía
local y regional, ya que produce alimentos de primera necesidad para la
población rural y para las poblaciones de las principales ciudades de la zona.
Sin embargo, en el contexto actual, no hay información sobre los sistemas de
producción agropecuaria tradicional (PAT). En tal virtud, en el marco de esa
realidad, se ha materializado este trabajo con la finalidad de identificar
algunos aspectos críticos sobre los cuales se pueda incidir para mejorar la
productividad de los cultivos y crianzas y con ello la nutrición e ingresos de
la población. Los campesinos producen en condiciones de clima y topografía
difíciles, con muchos problemas y limitaciones, es decir, en laderas de
diferente pendiente y, en muchos casos, con ocurrencia de heladas, granizadas,
sequía, plagas y enfermedades que afectan la producción. Echenique (2006), en un
estudio realizado en varios países de Latinoamérica, reporta que los predios de
la agricultura familiar se ubican en los rangos de tamaños más pequeños de la
tenencia agrícola y mayoritariamente en áreas con menor potencial de recursos
naturales (suelo y agua). Así mismo menciona que, además de las restricciones en
el acceso a la tierra, las explotaciones familiares disponen generalmente de
poco capital de trabajo y de reducidas capacidades para acumular excedentes. Así
mismo, están sometidas a restricciones de acceso al financiamiento de las
instituciones formales.
Al respecto, Naredo (1996) menciona que tanto las plantaciones como las
rotaciones de cultivos, se ajustan a las limitaciones edafo-climáticas de su
territorio. En ese mismo sentido, Montalba (2004) reporta que los sistemas
agrarios tradicionales, han debido adaptarse a los límites marcados por las
características de suelo y clima de cada zona, adaptación que se apoyó tanto en
la selección de los cultivos y aprovechamiento de los suelos, como en las
prácticas agrarias aplicadas. Un rasgo importante de la producción campesina es
su relativo alto grado de autosuficiencia, es decir, que las familias campesinas
consumen una parte sustancial de su propia producción y, concomitantemente,
producen casi todos los bienes que necesitan (Toledo, 1980). Lo más relevante de
la agricultura tradicional es el atraso técnico (escaso o nulo uso de
agroquímicos y semilla mejorada) y tecnológico (uso de implementos ancestrales
de bajo rendimiento), que implican una economía de subsistencia en la que se
consume todo lo que se produce. Esto se traduce en la necesidad de mucha mano de
obra y el uso preferente de aperos de labranza no mecánicos (Geografía rural
2007). Hernández (1985: 220), a su vez, nos brinda una explicación más amplia
sobre la agricultura tradicional, indicando que ésta se sustenta en «el uso de
los recursos naturales basado: a) en una prolongada experiencia empírica que ha
conducido a configurar los actuales procesos de producción y las prácticas de
manejo utilizadas; b) en un íntimo conocimiento físico-biótico por parte de los
productores; c) en la utilización de una educación no formal para transmitir los
conocimientos y habilidades requeridas; y d) en un acervo cultural presente en
las mentes de la población agrícola».
La productividad de los cultivos, con la agricultura tradicional, está limitada
por las características del medio y la disponibilidad de recursos nutritivos;
sin embargo, los rendimientos rara vez están por encima de los promedios
nacionales, aún en las mejores condiciones (Montalba, 2004). Así como las
variedades tradicionales son muy eficientes en condiciones marginales, logrando
producir granos (aunque escasamente) con cantidades muy reducidas de nutrientes
y humedad, también, por lo general (aunque no siempre), disminuyen fuertemente
su eficiencia en condiciones más favorables desde el punto de vista de aumento
de nutrientes y humedad (Ibíd.).
Aunque la agricultura tiende a ser la actividad principal de la familia
campesina, la subsistencia campesina está basada en una combinación de
prácticas, que incluye la recolección agrícola, cuidado de ganado doméstico,
artesanía, pesca, caza y trabajos fuera de la explotación a tiempo parcial,
estacionales o intermitentes (Toledo, 2004).
MATERIALES Y MÉTODOS
Es una investigación básica, que contribuye con cierto conocimiento referido a
las características de los sistemas de producción agropecuaria tradicionales de
Carhuaz, zona de la Cordillera Negra, en el contexto actual y describe las
condiciones topográficas y edáfico-climáticas del lugar. De acuerdo al nivel de
profundidad es un estudio descriptivo (deductivo), analítico y en algunos
aspectos explicativo.
Para el estudio se tomó como unidad de análisis a una familia rural y la muestra
estuvo representada por 339 familias, que en forma accidental (casual) fueron
encuestadas, partiendo de un considerando predefinido (Tinoco y Sáenz, 1999), es
decir, familias que sean encontradas en un lugar visitado en un momento
determinado durante el trabajo de campo. Por tanto, se trató de una muestra
probabilística, es decir, que todas las familias tuvieron igual probabilidad de
ser entrevistadas.
Para la obtención de datos de campo se empleó como instrumento principal la
encuesta que se aplicó a los jefes o representantes de las familias integrantes
de la muestra. También se entrevistó a líderes y autoridades de los distritos
localizados dentro del ámbito de estudio. Además, se utilizó la técnica de la
observación, específicamente para efectuar una descripción de la topografía de
la zona y, por último, se tomaron algunas muestras de suelos para conocer la
fertilidad referencial de éstos. El análisis de los suelos se realizó en el
Laboratorio de Suelos y Aguas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la
Universidad Nacional «Santiago Antúnez de Mayolo» (UNASAM).
Los datos obtenidos con las encuestas fueron procesados empleando el Programa
SPSS versión 21, con el cual se ha obtenido principalmente las frecuencias de
ocurrencia y con ello se estableció la predominancia de técnicas y tecnologías
empleadas.
1. Caracterización de la topografía, clima y suelos
Los distritos involucrados en el estudio (Yúngar, Anta, Marcará, Carhuaz y
Ataquero) abarcan una superficie de 25.530 ha., espacio territorial que se
extiende desde los 2600 hasta los 4200 msnm. Encierra diferentes condiciones de
clima, suelo y vegetación que se manifiestan en la diferenciación vertical de
los cultivos que se explotan en esa zona. Por tanto, en función de la altura y
clima, se han definido tres zonas bien marcadas: Parte baja, media y alta, cada
una con características muy peculiares como a continuación se describen.
1.1 Parte baja. Se extiende entre los 2600 y 3200 msnm. En esta zona el clima se
caracteriza por presentar una temperatura promedio anual de 15°C con
precipitaciones del orden de 700 mm al año. En esta zona se encuentran los
mejores suelos por su fertilidad y en ellos, en los últimos 15 años, se viene
conduciendo diferentes cultivos comerciales como frutales (palto, lúcumo, lima
dulce, melocotón, tuna, etc.), cultivos anuales (papa, maíz, frijol) y forrajes
(alfalfa), incluso se observa una cierta especialización en cada distrito.
1.2 Parte media. Se extiende entre los 3200 y 3800 msnm, presenta una
temperatura promedio anual de 12oC y precipitaciones de 750 mm anuales. Se
cultiva cereales menores (trigo, cebada, avena), tubérculos (papa, oca, olluco,
mashua) y tarwi.
1.4 Parte alta. Por encima de los 3800 msnm, con precipitaciones de 800 a 900
mm. anuales y una temperatura promedio anual menor a 8oC. Esta zona se encuentra
cubierta de pastos nativos para el pastoreo de ganado. Además, es la zona de
captación de lluvias. Cabe mencionar que todos los distritos, a excepción de
Marcará, tienen parte alta, media y baja.
Otra característica común de la parte baja y media del ámbito de estudio es la
presencia de vegetación arbórea y arbustiva, que le brindan una característica
peculiar; es decir, árboles en los alrededores de las chacras, de los pastos y a
lo largo de la ribera del río Santa. Entre las especies más comunes se tiene el
eucalipto
(Eucalyptus glóbulus), el molle
(Schinus molle), el
capulí
(Prunus
serótina), aliso
(Alnus jorulensis), retama
(Spartium
junceum), etc.
2. Caracterización técnica de la Producción Agropecuaria Tradicional
Los sistemas de producción agropecuaria tradicional (PAT) de Carhuaz, a
semejanza de otras zonas de la sierra peruana, están constituidos básicamente
por tres subsistemas: el subsistema agrícola (A); el subsistema pecuario (B) y
el subsistema forestal (C), los cuales interactúan, de tal manera que se
benefician mutuamente; los cultivos son beneficiados por los árboles con materia
orgánica, microclima, humedad de los suelos y protección contra la entrada de
animales. Los animales domésticos, por su parte, reciben sombra de los árboles
para protegerse de la radiación solar y también forraje y, a su vez, generan
estiércol para fertilizar los suelos y productos alimenticios para la familia
productora (figura 1).
Figura 1.Esquema de un sistema
PAT
de Carhuaz
Así mismo, el subsistema forestal brinda leña, madera e ingresos complementarios
a la familia. La complejidad de las interacciones del sistema hace que éste
contribuya decididamente a su estabilidad y resiliencia, controlado y manejado,
por supuesto, por la visión y destreza del hombre. Esa es la clave para la
sostenibilidad de estos sistemas, a pesar de las inclemencias del clima y de
algunos desastres que suelen presentarse.
2.1 Disponibilidad de terreno y conducción de los cultivos
Los datos expuestos en la figura 2 nos demuestran que el 16% de las unidades de
producción se ubican como muy pequeñas, pues oscilan entre 0,25 y 0,50 ha., el
49% de las mismas están entre 0,5 y 1,0 ha; sumando ambos porcentajes tenemos
que el 65% de las chacras tienen una superficie igual o menor a 1 ha. Este hecho
refleja la predominancia del minifundio en la zona de estudio. Así mismo, un 27%
de las unidades productivas tiene de 1 a 2 ha y un 8% de campesinos disponen de
más de 2,0 ha.
En lo referente a la conducción de los cultivos, es necesario mencionar que la
gran mayoría de los productores campesinos de la zona (73%) tienen terrenos bajo
riego y en secano, siendo bajo riego solo alrededor del 25% del total del área
de la cual disponen y el resto en secano. Así mismo, hay un 13% de productores
que tienen terrenos solamente bajo riego y un 14% solo en secano (figura 2).
Figura 2.Área de las parcelas y
conducción de los cultivos
2.2 Tecnología empleada
Semillas utilizadas. En esta zona, para la siembra de sus cultivos, los
campesinos utilizan tanto semillas nativas como también mejoradas. En la tabla 1
se puede observar que el mayor porcentaje de semillas utilizadas de los
principales cultivos, corresponde a semilla mejorada, como es el caso de papa,
trigo, cebada, habas y maíz; en menor medida habas y arveja y tubérculos nativos
(con excepción de la papa). En el caso de la alfalfa el 100% del área sembrada
corresponde a semilla mejorada.
Tabla 1.Tipos de semillas
empleadas por los campesinos
Empleo de Fertilizantes Minerales. En cuanto al uso de fertilizantes minerales,
los resultados del estudio demuestran que éstos son utilizados prioritariamente
para los cultivos comerciales como papa, quinua, maíz, oca y alfalfa,
empleándose muy poco en trigo, cebada, habas y arveja y nada en chocho (figura
3).
Figura 3.Empleo de fertilizantes
minerales
En cuanto a la dosis de fertilización empleada, la encuesta demuestra que el
54,3% de los campesinos emplean dosis bajas; un 41,4% dosis medias y solo un
4,3% aplican dosis altas de fertilización (tabla 3), hecho que está relacionado
con la falta de recursos económicos y el gran temor al riesgo de invertir.
Tabla 2.Dosis de fertilización
empleadas en la zona
2.3 Fenómenos adversos de la producción agrícola
En la zona de estudio se presenta una serie de fenómenos adversos que, en cierta
medida, limitan la producción y los rendimientos de los diferentes cultivos,
entre ellos tenemos: las heladas, granizadas, sequías, las plagas y
enfermedades.
Figura 4.Fenómenos adversos para
la producción agrícola
En la figura 4 se puede observar que los campesinos dan mayor importancia a las
plagas y enfermedades (25,7%); luego están las sequías conjuntamente con las
plagas y enfermedades (24,3%), enseguida está la presencia conjunta de heladas,
granizadas y plagas y enfermedades (19,3%), también heladas con plagas y
enfermedades (11,1%), menor importancia tiene las granizadas por no ser tan
frecuentes e incluso hay años en que no ocurren.
2.4 Tipos de crianzas en la zona
Uno de los complementos más importantes de la economía campesina es la crianza
de animales domésticos. Dentro de los diferentes tipos de crianzas, el cuy ocupa
un lugar privilegiado, el 93,2% de los campesinos cría cuyes, el segundo lugar
lo ocupan las aves (83,9%); luego están los porcinos con 70,3%. También está el
ganado ovino con 53,8%; los equinos (caballos y burros) con 40,5%; en mucho
menor cantidad los vacunos (28,7%) y por último están los conejos con solo 5%
(figura 5).
Figura 5.Tipos de animales
domésticos en la zona de estudio
DISCUSIÓN
En el ámbito de estudio predomina el minifundio que imprime una característica
muy peculiar, ya que en parcelas muy pequeñas se ve limitada la aplicación de
alta tecnología o el empleo de maquinaria para la preparación de los suelos, por
lo que la mayoría lo hace utilizando el arado jalado por bueyes o simplemente la
realización manual de las diferentes labores culturales y, por ello, el
rendimiento de los cultivos es bajo. Más aún, la mayoría de predios se encuentra
en laderas con diferentes pendientes, los suelos son poco profundos y en algunos
casos pedregosos. Esto concuerda con Echenique (2006) quien, en un trabajo
realizado en varios países de Latinoamérica, reporta que los predios de la
agricultura familiar se ubican como los más pequeños de la tenencia agrícola y
se ubican generalmente en áreas con menor potencial de recursos (suelo y agua).
A este respecto, Alva (2010: 1) afirma que, «el pequeño productor rural no es
considerado como un actor importante del desarrollo rural del país y de las
regiones y continúa afirmando, que en el fondo existe la tesis de la
inviabilidad de la pequeña agricultura bajo la condena al minifundio, la
dispersión parcelaria y la tradicionalidad. Consecuentemente, la apuesta ha sido
por la gran propiedad agraria, y en particular por aquella que se condice con la
actividad agroexportadora».
García (2009) a su vez, al realizar un análisis crítico de la Reforma Agraria de
México mencionaba que el minifundio implica subempleo, ya que al no poder
obtener de la tierra el ingreso necesario para sobrevivir, se ve obligado no
solo a vender su fuerza de trabajo y seguir cultivando su parcela, sino también
a emigrar y abandonarla o venderla. Así mismo, la conducción de los cultivos en
secano conlleva riesgos, habida cuenta que la producción estará supeditada a la
presencia o ausencia de las lluvias. Por eso, los campesinos siempre tienen
cultivos en secano y bajo riego para asegurar la obtención de productos para su
alimentación; en caso contrario tratan de dedicarse a la crianza de animales
domésticos o vender su mano de obra o algún otro servicio.
En lo referente a la tecnología empleada, se ha encontrado que, actualmente, hay
una tendencia a utilizar cada vez más las variedades mejoradas, sobre todo por
los llamados «productores progresistas»; es decir, aquellos que están en
permanente búsqueda de algo nuevo para mejorar sus rendimientos. Sin embargo,
aún se sigue utilizando un pequeño porcentaje de semilla nativa para la
producción de algunos cultivos, especialmente en papa, habas, oca y maíz. En el
caso de la alfalfa, el 100% de los productores han pasado al uso de semilla
mejorada, por ser variedades más precoces y más productivas y esa tendencia se
ve seguir en la mayoría de los cultivos a excepción de los tubérculos andinos
(papa, oca, olluco, mashua, etc.), los cuales, al parecer, mantendrán el uso de
la semilla nativa, ya que les permite obtener productos de calidad y ser
competitivos en el mercado nacional e internacional.
En cuanto al uso de fertilizantes minerales, el campesino es consciente que para
poder competir en el mercado necesita, por un lado obtener mayores rendimientos
y, por otro, obtener productos de mejor calidad y que eso se logra con
tecnología, es decir, suministrando a la planta las cantidades adecuadas de
nutrientes, mediante el uso de fertilizantes, paralelamente al uso de semillas
mejoradas y el control oportuno de plagas y enfermedades. Con la apertura de los
mercados y la inserción del campesino a ellos, en esta zona del país, se
vislumbra cambios importantes referidos a la tecnología de producción agrícola.
Al parecer la tendencia es al uso de semillas mejoradas y al uso intensivo de
fertilizantes y plaguicidas. El cambio es gradual, por el momento son los
campesinos de la parte baja (entre los 2600 y 3200 msnm), los que tratan de
modernizar los procesos de producción, a fin de obtener mejores rendimientos y
con ello poder competir en el mercado. En la parte media (entre los 3200 y 3800
msnm) la población mantiene las variedades nativas y hace poco uso de
fertilizantes minerales, esto se debe a que, en esta parte, los campesinos
tienen menores ingresos y, por tanto, un gran temor al riesgo de perder su
inversión. Al respecto, Montalba (2004) menciona que las variedades
tradicionales son muy eficientes en condiciones marginales, logran- do producir
granos (aunque escasamente) con cantidades muy reducidas de nutrientes y
humedad; también, por lo general (aunque no siempre), disminuyen fuertemente su
eficiencia en condiciones más favorables (desde el punto de vista de aumento de
nutrientes y humedad).
Referente a la dosis de fertilización, predominan las dosis bajas, hecho que
está relacionado con el temor al riesgo de invertir en insumos, perder la
cosecha y no recuperar lo invertido. Además, los campesinos minifundistas
generalmente se encuentran en pobreza y no tienen los medios económicos
suficientes para invertir en agroquímicos, a pesar de ser conscientes de que la
aplicación de fertilizantes contribuye a mejorar los rendimientos y la calidad
de las cosechas.
En la zona de estudio se presenta una serie de fenómenos adversos que, en cierta
medida, limitan la producción y los rendimientos de los diferentes cultivos,
entre ellos tenemos: las heladas, granizadas, sequías y las plagas y
enfermedades. Sin embargo, estos eventos pueden presentarse por separado o en
forma conjunta dos o más fenómenos y, por eso, los campesinos les dan la
importancia de diferente manera, de acuerdo al distrito y a la altura sobre el
nivel del mar. Estos fenómenos se pueden considerar como factores limitantes de
la producción. Paralelamente a los factores limitantes, existen otros problemas
que afectan la producción como son: la topografía quebrada del terreno, el
minifundio y la baja disponibilidad de agua de riego, es decir, problemas que no
pueden ser solucionados por los campesinos. Sin embargo, ellos a través de sus
dirigentes tratan de presentar propuestas para incrementar la disponibilidad de
agua de riego, ya que el recurso hídrico es escaso y, al mismo tiempo, limitante
de la producción.
En el ámbito de estudio hay diferentes tipos de animales domésticos y todos
ellos de importancia para el trabajo y la economía del campesino. Los animales
proveen carne, leche y huevos para la alimentación de la población; pero también
lana para las artesanías, y fuerza de trabajo como apoyo a los productores
(bueyes y equinos). Es decir, las crianzas constituyen un componente muy
importante de la economía campesina. Los cuyes son la especie más difundida por
ser animales de rápido crecimiento y propagación. Bajo condiciones de manejo
óptimo, en el transcurso de 1 año la cantidad de cuyes puede incrementarse hasta
10 veces y por eso, requiere manejo técnico, sacas y descartes oportunos y la
alimentación controlada. El 93% de la población cría cuyes y periódicamente se
deleita consumiendo su carne. Los cuyes tienen gran demanda en el mercado local,
regional y nacional e incluso se están exportando al extranjero. Algunas
familias se dedican exclusivamente a la crianza de cuyes en forma empresarial,
manejando 600 a 800 cabezas y obtienen buenos ingresos anuales. Los cuyes son
los animales más rústicos que los campesinos crían y, al mismo tiempo, los que
les brindan proteínas de origen animal para la alimentación cotidiana e ingresos
periódicos, para la compra de aquellos productos o bienes que no producen. Cabe
mencionar que el campesino, sobre todo el de la parte media (3200 – 3800 msnm),
consciente de las condiciones del medio donde vive, es una persona muy
previsora, pues trata de asegurar la alimentación familiar sobre la base de la
siembra de varios cultivos (policultivos), la crianza de varios tipos de
animales y la realización de otras actividades complementarias. La tecnología
tradicional indígena y campesina se ubica en una concepción amplia del universo
y de la sociedad, que parte de la tierra como base de todos los derechos humanos
individuales y sociales, como el principal elemento de subsistencia de la
sociedad (Gómez et al., 1998).
Algunos animales domésticos son utilizados como apoyo en la producción de los
cultivos. Por ejemplo, crían bueyes para el arado o preparación del terreno
durante la época de siembra de los cultivos y al mismo tiempo obtener ingresos
complementarios por el alquiler de los bueyes a sus vecinos; los burros y
caballos son utilizados para el transporte de sus cosechas del campo a su casa o
de la casa hacia las ferias y mercados locales. Con ello, los campesinos logran
básicamente la autosuficiencia de la actividad agropecuaria. Esto concuerda con
Toledo (2004:7), quien menciona que «aunque la agricultura tiende a ser la
actividad principal de la familia campesina, la subsistencia campesina está
basada en una combinación de actividades, que incluyen la recolección agrícola,
cuidado de ganado doméstico, artesanías, pesca, caza y trabajos fuera de la
explotación a tiempo parcial, estacionales o intermitentes».
CONCLUSIONES
El ámbito de estudio que involucra los distritos de Yúngar, Anta, parte de
Marcará, Carhuaz y Ataquero, abarca una superficie de 25,530 ha.; está
localizado en la Cordillera Negra entre los 2600 y 4200 msnm, tiene una
topografía accidentada, presenta una diferenciación vertical de clima, suelos y
vegetación, habiéndose definido tres zonas bien marcadas: parte baja, media y
alta, cada una de las cuales tiene condiciones climáticas, topográficas y de
suelo muy particulares que determinan los sistemas de cultivos y crianzas.
Los sistemas de producción tradicionales, en la zona de estudio, se desarrollan
en parcelas muy pequeñas, el 55% de los productores tiene predios con menos de 1
ha. y además los cultivos se conducen básicamente en secano; solo un pequeño
porcentaje se conduce bajo riego, siendo escasa la disponibilidad de agua de
riego.
Los productores emplean, para la producción agrícola, mayormente semilla
mejorada, ha disminuido notoriamente el uso de semilla nativa. Además, se
utiliza fertilizantes y pesticidas solamente para algunos cultivos,
especialmente para los cultivos comerciales (papa, maíz, frutales diversos y
alfalfa), el resto se conduce sin agroquímicos, solamente con guano de corral.
Los campesinos crían diferentes tipos de animales como componente importante de
la economía campesina, y son los cuyes los más apreciados por su rápido
crecimiento, importancia nutricional y demanda en el mercado.
En el sistema de producción agropecuaria tradicional interactúan armónicamente
la agricultura, las crianzas y la explotación forestal, beneficiándose
mutuamente para generar mayores rendimientos y mejoras a las familias gestoras.
AGRADECIMIENTO
El especial reconocimiento a los líderes y autoridades del ámbito de estudio,
por su contribución con información y facilidades para la aplicación de
encuestas en el ámbito de trabajo.
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